Cosmética natural infantil: consejos e ingredientes recomendados

Cuando nos convertimos en padres buscamos lo mejor para nuestros hijos, y esto también incluye el cuidado de la piel.

Cada vez, de forma más frecuente, las familias se interesan y optan en elegir productos de cosmética natural para los bebés y niños pequeños.

La selección de estos artículos puede ser complicada, pero no te preocupes, desde Belain queremos ayudarte a que escojas lo mejor.

Cómo es la piel infantil

Comenzamos por identificar algo que, aunque parece obvio, es necesario saber.

La piel de los bebés y los niños pequeños es diferente a la piel de los adultos. A pesar de nacer completamente formados nuestra piel experimenta un proceso de maduración que dura hasta la adolescencia, lo que implica un cuidado especial y adaptado a sus necesidades.

Como principales diferencias podríamos destacar:

  • Piel más delgada: En promedio su piel es entre un 20% y un 30% más delgada que en los adultos. Es una piel que se lesiona con facilidad y a la vez también tiene una alta capacidad de recuperación.
  • Piel menos firme: En la epidermis de la piel de los infantes sus células están menos compactas en comparación con los adultos. Esto se traduce en una piel menos firme y más permeable, lo que facilita la absorción de sustancias.
  • Glándulas sudoríparas y sebáceas menos activas: Estas glándulas están menos activas, y por lo tanto, el manto ácido protector es todavía relativamente débil, lo que hace que la piel sea propensa a la desecación y les cueste regular su temperatura corporal.

Ahora que comprendemos las diferencias más esenciales, veamos cómo cuidar la piel de los pequeños de manera adecuada.

¿Cómo cuidar la piel de un bebé o niño pequeño?

Una serie de condiciones básicas a tener en cuenta deberían ser:

  • Simplificar: Busca productos que en su etiqueta del producto (INCI) la composición sea lo más sencilla posible. Aquí menos es más. Evita las grandes combinaciones de ingredientes, mejor si puedes conseguir el mismo efecto con uno sólo.
  • Conoce los ingredientes: A la hora de formular esta cosmética se deben usar ingredientes conocidos y que sean de uso común como por ejemplo el aloe vera, la caléndula o la manzanilla.
  • Fragancias y perfumes: Es recomendable que los productos cosméticos para bebés o niños no contengan fragancias o perfumes para evitar la irritación en la piel.

Ejemplos de cosmética adecuada:

  • Champú y geles: Son ideales los que contengan extractos naturales como miel o la caléndula, con efecto antibacteriano y ayudando a proteger y regenerar las células.
  • Lociones hidratantes: La manteca de karité, aceite de almendras dulces o aceite de algodón son ingredientes adecuados para las cremas hidratantes.
  • Cremas de pañal: Hasta el momento se ha hablado mucho del polvo de talco, pero debemos tener en cuenta que aplicar una sustancia en polvo de primeras reseca la piel de la zona, que posteriormente se humedecerá con la orina y esto podrá provocar irritación, rojeces o heridas. Esto podemos evitarlo con la crema de pañal. Busca cremas que contengan glicerina, fosfolípidos e incluso urea, ésta última en bajas cantidades.

Por último, no todos los cosméticos naturales son adecuados para bebés o niños pequeños. 

Recuerda que su piel es diferente a la de un adulto, necesitan ingredientes de baja irritación. Busca sustancias con poco riesgo de provocar alergias y evita los que contengan colorantes, perfumes o conservantes. 

Es importante recordar que cada niño es único y puede presentar sensibilidades o alergias a ciertos ingredientes, por lo que es crucial prestar atención a las etiquetas y realizar pruebas de sensibilidad antes de utilizar un producto nuevo.

En resumen, elegir la cosmética natural para nuestros bebés y niños pequeños es una forma consciente y amorosa de brindarles los cuidados que necesitan.

Así que no dudes en explorar las opciones disponibles y comenzar a disfrutar de los beneficios de la cosmética natural para tus pequeños.

Regresar al blog

Deja un comentario

Ten en cuenta que los comentarios deben aprobarse antes de que se publiquen.